Como sucede casi invariablemente, al llegar el calor y con él la humedad generada por las continuas precipitaciones pluviales, aparece el mosquito haciendo de las suyas. Actualmente los hay de todos los tamaños y colores. Como es sabido, nacen en las charcas y en todo lugar donde haya preferentemente agua estancada.
Lo cierto es que ayer domingo, cuando en horas de la tarde los niños se dieron al placer de corretear a gusto en las varias plazoletas de juegos infantiles, junto con los mayores, fueron practicamente corridos por los enjambres de mosquitos que proliferaban a sus antojos, haciendo inútiles las «cachetadas»y otros elementos para ahuyentarlos.
Hasta hace algunos años, el municipio a través de su órgano específico se abocaba a efectuar una fumigación abarcando el sector céntrico y los barrios suburbanos. Según parece, esa práctica quedó en desuso. No obstante, sería interesante reflotarla para paliar en gran medida el flagelo que significa tanto mosquito haciendo de las suyas.
Cuidado con el Hantavirus
Mientras tanto, el Hantavirus se ha convertido en un incuestionable peligro potencial. Por ahora, se ha cobrado unas cuantas victimas en la localidad santacruceña de Epuyen, con derivaciones a Chile. La rata colilarga es la causante de este problema al que todavía no se le encuentra solución, aunque se trabaja en ello.
Según se dice, el peligro de contaminación transmitido principalmente a través de la saliva y orin del roedor, no acarrearía mayores preocupaciones para nuestra región, salvo que algún ser humano (turista) lo trajese, aunque la aparición de los síntomas son muy rápidos. No obstante, hay que adoptar todas las medidas precautorias posibles para evitar que esta epidemia se expanda.
Hace algunos años nuestro convecino, el Dr. Angel Cordero, una eminencia en estas cuestiones, pregonaba a los cuatro vientos sobre la muy fundamentada posibilidad que se produjese una epidemia de Hantavirus. La mayoría de sus prédicas cayeron en saco roto, pero tenía razón.
AGB