Una Oruga Serpiente fue encontrada entre las plantas, en el interior de un monte de un campo del partido de Rauch. El hecho sorprendió a los propietarios del establecimiento rural denominado “San Luis” que se encuentra ubicado en la Colonia Martín Fierro, distante a 4 kilómetros de Rauch. En el lugar es la primera vez que encuentran una especie de estas características, que más bien es típica del centro y sur del continente americano.
La Oruga Serpiente cuenta con esa definición la capacidad que tienen de parecerse a las serpientes, como forma de defensa ante sus depredadores. Existen diferentes especies y subespecies que viven en disímiles partes del mundo, según su hábitat y características que las distinguen.
Estos animales viven en el centro y sur del continente americano. Su aspecto habitual, cuando están tranquilos, es de lo más vulgar. No miden más de 85 milímetros de longitud, son de color verde y marrón apagados. De esta manera pasan los días comiendo hojas de las plantas del género Fischeria, sus favoritas.
En su forma larvaria puede disfrazarse rápidamente de serpiente arbórea cuando se sienten amenazadas. Esto lo hacen ampliando su segmento corporal anterior para dar la apariencia de una serpiente, con parches en los ojos. Esta imitación de serpiente, se extiende incluso hasta el punto en el que, sin causar daño, aleja a los depredadores potenciales.
Para ganar realismo, balancean la falsa cabeza de serpiente con actitud amenazante. Este método de defensa, en el que animales inofensivos imitan a otros peligrosos, se llama mimetismo batesiano.
El terror a las serpientes está tan difundido en el reino animal, que muchos animales inofensivos han desarrollado características propias de los ofidios (reptiles).
Existen muchas otras orugas consideradas como imitadoras de serpientes (por ejemplo, varias especies del género Papilio, algunas de las cuales incluso tienen apéndices similares a la lengua bífida de un ofidio); no obstante, ninguna se acerca a la Hemeroplanes en cuanto a realismo. La oruga no solo reproduce fielmente la cabeza triangular, ojos y escamas de una víbora, sino también los orificios nasales y las ‘fosetas’, que son los detectores de calor que la víbora auténtica usa para encontrar su alimento en la oscuridad.

Sobra decir que la ‘actuación’ de la oruga es suficiente para espantar a la mayoría de depredadores, e incluso a algunos humanos que se la han topado de improviso, aunque es muy raro verla en su hábitat.
FOTOS GENTILEZA MARCELA CROCCI