Participó la profesora María Cristina Leguizamón, Directora de la Guardia Infanto-Juvenil «Gral. José de San Martín.
El objetivo de la reunión fue para analizar y debatir sobre problemáticas principales que se viven en la zona, entre ellas, experiencias laborales y limitaciones dentro de ese ámbito. También se abrió un espacio dedicado a diversas expresiones artísticas.
El “Primer Encuentro Regional de Mujeres Rurales” se llevó a cabo el sábado 11 p.pdo, a partir de las 14 en calle 98 entre 17 y 19, donde se dio una importante concurrencia. Desde la organización destacaron que, “en el 2000 las mujeres recién comenzaron a ganar derechos ya que anteriormente eran silenciadas e invisibilizadas”.
Más allá de las situaciones el objetivo fue marcar presencia para tratar de buscar alternativas y soluciones que ayuden a quienes viven esta realidad.
Una de las cuestiones que preocupan actualmente a la población residente en zona agropecuaria es la accesibilidad. Muchas veces las distancias y el estado de los caminos ponen en jaque la comunicación con los centros urbanos más cercanos, imposibilitando acceder a mayores posibilidades laborales, educación y salud pública, determinando un inconveniente social aún más severo por el aislamiento.
Dentro de la jornada habrá una activa agenda de acceso libre y gratuito que incluyó la presentación de la pianista Juana Lahoucarde. También se leyeron poemas de la escritora Viviana Charra, la payadora Marta Suint deleitó a la audiencia y hubo una muestra de fotografías junto con números folclóricos locales y la intervención especial de las escritoras Mónica Aramendi y Liliana Olivieri, entre otras actividades.
De acuerdo a los antecedentes, fue a fin de la década del ’90 que surgieron dos importantes movimientos, una de ellos fue “Mujeres Agropecuarias en Lucha”, cuando sus integrantes se levantaron contra los remates que ponían en jaque sus lugares de residencia.
También surgió otra preponderante participación mediante en “Turismo Rural”. En este caso, tomaron el rol de anfitrionas para ofrecer otra alternativa económica a sus quintas y estancias al igual que con la manufactura de productos artesanales. Fue así que sirvieron como sostén fundamental para la vida en el campo algo que antes parecía exclusivamente reservado para los hombres.
Este encuentro en Mar del Sud contó con las adhesiones de la Asociación Argentina de Gestores Culturales Universitarios, la Unión Hispanomundial de Escritores filial Miramar, la Federación Argentina de Turismo Rural y se suma a las jornadas de similares características desarrolladas en Balcarce, Rauch y Coronel Vidal.