Como publicamos en reiteradas oportunidades, durante el sábado 17 de noviembre se realizó el tradicional encuentro de promociones que cursaron sus estudios secundarios en la por entonces Escuela Nacional Normal Superior de Ayacucho, organizado precisamente por el Centro de Ex-Alumnos del establecimiento.
Este evento comenzó por la mañana, con la Santa Misa, con una cálida homilía y considerando el momento celebrado, de agradecimiento por el reencuentro y rezando por las sentidas ausencias.
El sábado, durante el acto protocolar en la escuela, que los cobijó durante cinco años, tuvieron oportunidad de recordar, de vivenciar esas «historias» y volver a sentir la misma emoción de ayer, los que se sintieron convocados para lograrlo.
Lo más importante y reconfortante fue estar rodeados de compañeros con sus rostros de amistad y afecto, celebrando este gran acontecimiento, como es cumplir 25 y 50 años de Egresados.
Fueron recibidos por las integrantes de la Comisión del Centro de exalumnos y las emociones estallaron. Luego comenzó el acto protocolar con el izamiento de la bandera, el homenaje de la flor a Sarmiento, patrono de la escuela, palabras de bienvenida de la Presidenta de la Comisión: Clara Corti. Un homenaje a los egresados, por parte del cantautor local, Martín Fernández, egresado también de esa institución, quien entonó unas canciones populares y una de su autoría.
A continuación, cada promoción pasó a las aulas, con algunos profesores para un más estrecho encuentro.
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El siguiente fue escrito por la profesora Nilda Contino quien estuvo con el grupo de la promoción 1968 en el aula después del acto protocolar.
50 años no es poca cosa…..!!!!!!
«En ese período de tiempo han pasado «pequeñas» y «grandes» historias interpretadas por los integrantes de la Promoción 1968 de E.N.S.A.
Y a través de juegos surgió el reconocimiento del «otro» que se valora a la distancia; y fue hermoso escuchar las palabras «eras auténtica» o «fuiste el compañero más leal», » siempre admiré tu contracción al estudio» , » eres la persona más humilda que conocí «. ME EMOCIONÓ ESCUCHAR HABLAR DE VALORES !!!!!!!!.
Luego, como era de esperar, llegó el turno de las anécdotas vividas en estos 50 años ; la picardía, la viveza, la cargada, y allí estaban los alumnos de ayer con la carcajada espontánea de hoy, recordando los hermosos momentos vividos como estudiantes.
Compartimos esta hermosa experiencia los profesores Jorge Bosticca, Dora Costa , Juana Zeberio y quien les escribe.
Hoy se abrieron nuevamente las puertas de esta querida Institución, que si bien no es la misma estructura edilicia, sí es la misma esencia, formada por
profesores, jóvenes y personal que se interrelacionó formando un camino de esperanza. Todos dejaron un pedacito de su corazón y sus huellas marcaron sendas a seguir; entre todos la construimos día a día y ella nos cobijó, nos formó y nos dio las herramientas para encarar la vida; con sueños, trabajo y esperanza».
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Y los 25!!!!.
Del Nocturno.
Fue muy grato para los profesores encontrar a egresados del nocturno, se sintieron convocados y allí estuvieron con la alegría que se les notaba a flor de piel. Con el profesor Jorge Bosticca, Roberto Bigot y Fernanda Corvalán tuvieron un momento de recuerdos, de anécdotas, de sorpresa por el acto y por qué no del tiempo pasado. Algunos muy memoriosos evocaron a sus queridos profesores, a las preceptoras. Contaban cómo se decidieron a completar su sueño de hacer el secundario, muchos de ellos siguieron estudios superiores, consiguieron trabajos más calificados o simplemente sintieron que pudieron concretar ese anhelo de juventud. El paso por la escuela también les permitió forjar una amistad que aún hoy perdura.
Del turno mañana
Al entrar al aula, grande fue la sorpresa por las fotos y la lectura del libro de actas del Club de Ciencias leído por la profesora coordinadora de entonces. Se asombraban cuando eran leídos sus nombres, siendo partícipes importantes de esa hermosa experiencia educativa y también surgieron otras.
Las risas, el asombro por lo que se enunciaba por lo que habían dicho o deseado, explotó para transformarse en una letanía de anécdotas que todos escuchaban ávidos de saber qué había sido de ese compañero/a, que en algunos casos hacía 25 años exactos que no veía.
El remembranza, hace vivir la experiencia dos veces y ahora mejor, ya que el paso del tiempo permite atenuar aquellas no tan gratas por haber adquirido sabiduría.
Hay algo común en los tres grupos, el agradecimiento por lo vivido, el clima de alegría y la fuerte emoción que emergió de lo más profundo de cada ser, que tal vez no sabía que lo tenía.