Luego del severo diagnóstico de la situación social que la Iglesia trazó hace algunos meses en relación al frágil escenario nacional, el Obispo a cargo de la Diócesis de Azul, Monseñor Hugo Manuel Salaberry expresó este lunes que son tiempos de “presencia” y puertas abiertas.
“Nuestro primer apostolado es la presencia. Cuando nos buscan, tienen que encontrarnos. Cuando la gente necesita no puede encontrar puertas cerradas”, reflexionó el obispo durante una entrevista concedida ayer a Radio Eich.
Por otro lado, celebró la colecta de Cáritas realizada a principios de mes, y que en Rauch recaudó casi 2 millones de pesos. “Tenemos personas, familias que pueden ayudar y mucho a personas que no tienen”, dijo el titular de la Diócesis de Azul.
En otro tramo consideró que “es tiempo de liberarse de prejuicios, de conceptos erróneos y fáciles de decir, donde se señala que el que no tiene es porque no trabaja”.
Por otro lado entendió que “tenemos que trabajar mucho para que haya crecimiento, no solo económico, sino humano. Quienes son los dirigentes, si no se dan cuenta de esos problemas estamos muy mal”.

En ese sentido formuló que “tenemos que empezar con los medios que disponemos a ver como lo solucionamos y trabajamos por nuestros hermanos” ya que el objetivo “es saldar y no dividir a la comunidad”.
En mismo sentido, el referente de la Iglesia agregó que en la sociedad existe “una diferencia abismal entre unos y otros”, si bien consideró que Rauch es una de las ciudades “donde se activan los mecanismos de atención y contención cuando surge la necesidad”.
Cabe señalar que la Iglesia advirtió que “millones de niños y niñas se debaten entre la miseria y la marginación” y que a “muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama elegir entre comer y comprar los remedios porque la jubilación no alcanza”, a la vez que denunció el cierre de comedores comunitarios y la “discontinuidad de políticas de integración de barrios populares”.
Fuente: la Nueva Verdad de Rauch