El Dr Alberto Fernández, hoy desplazado de sus labores docentes en la facultad de Derecho y dueño absoluto junto a sus más cercanos colaboradores del peor gobierno de la historia de nuestro país, lapso de conducción plagado de falencias y corruptela, parece ser que ahora ha mostrado alguna aptitud que no se le conocía; sus excelentes dotes de golpeador. Se dice, con pruebas sólidas, que durante su gestión habría venido torturando a su esposa Fabiola, que por tal razón lo ha denunciado ante la justicia por violencia de género, acoso y “terrorismo psicológico”. Nada menos. Las fotos de la ex-primera dama magullada, así lo confirman.
Los hechos habrían ocurrido durante el período de gobierno del peso crucero. A todo ello según se informa “ El ex-presidente niega acusaciones de violencia machista de su ex-pareja”.
Fernández está aislado en el PJ, e incluso fue apartado como marcamos líneas arriba, de su cátedra en la Universidad de Buenos Aires.
Está demás reseñar algunos tramos de su lamentable conducción en la que fue criticado y abandonado por sus compañeros de ruta, finalizando penosamente su labor en donde hubo de todo, como en botica y entregó un país totalmente quebrado, pandemia de por medio, con un pueblo que fue guiado al encierro, con excepción de este temible púgil y sus amigos. Todos vacunados con privilegios y sumergidos en fiestas pantagruélicas, grabándose con chicas, en la quinta de Olivos, mientras la ciudadanía buscaba desesperadamente, vacunas, hospitales y moría. Lo que se ventiló oportunamente, junto a una gran diversidad de yerros de este verdadero okupa del sillón de Rivadavia, según la opinión de la ex diputada (PJ) Fernanda Vallejos, que al referirse a su persona, entre otras cosas aseguró: «Está atrincherado en la Casa Rosada y es un ‘OKUPA’ porque no tiene votos».
Pero también es muy lamentable y allí quiero arribar para redondear la idea, después de este paseíto informativo, es del exceso de centímetros que le otorgan a este caso protagonizado por la ex actriz devenida en primera dama y » este mequetrefe» ( Fernanda Vallejos), hoy radicados en Madrid.
En todos los canales, radios, periódicos y a tiempo completo, lo que da una idea acabada de la mediocridad que abunda, máxime con la enorme cantidad de sucesos bastante más importantes, que este triste caso de moral ausente, en un país que trata de salir, pero que está demasiado lejos de lo que merece la gente, que como siempre novelita más, novelita menos, transcurre sus días en un marcado grado de postergación, pobreza y angustia.
El broche de oro de un presidente nefasto: Y dale con Fernández!!!!
OMA