A finales de la década de 1940, nuestra comunidad se destacaba por una serie de movimientos sociales, deportivos y culturales en su mayoría organizados por un grupo de jóvenes muy voluntariosos y entusiastas nucleados en torno a una agrupación denominada “Juventud Católica”. Junto a ellos e imponiendo su extraordinario empuje, se encontraba el Padre Rodolfo Cazes. Este inolvidable sacerdote cuyos restos mortales descansan eternamente en la paz del Señor en la necrópolis de Rauch, impuso con su bondad e inclaudicable ejemplo en esa muchachada el ferviente deseo de “hacer cosas”. De esa manera, era posible asistir a veladas teatrales entre las que se destacaron los “pesebres vivientes”; de música, bailes folklóricos, cine gratuito y por si fuera poco, tratándose de adolescentes y un poco más, conformaron un equipo representativo de fútbol que participó en los por entonces comunes campeonatos de los barrios.
Es muy posible que a partir de esas exitosas intervenciones futbolísticas, entre dirigentes y jugadores de “Juventud Católica” haya surgido la idea de conformar “algo más importante”, prevaleciendo nuevamente el ímpetu del Padre Cazes, que arrastró consigo a esa pléyade de bohemios soñadores que el 22 de abril de 1951, fundaron el Ateneo Cultural y Deportivo “José Manuel Estrada”, denominación que recuerda al profesor, escritor, político, intelectual y eminente orador argentino representante del pensamiento católico. Por lo expuesto, el viernes de la semana p.pda esta entidad celebró su 71º cumpleaños. ¡Vaya si ha transcurrido el tiempo desde entonces!.
Enarbolando la bandera amarilla y blanca representativa del Vaticano, ese Ateneo continuó desarrollando una tarea sumamente pródiga en realizaciones de todo tipo. Obviamente, a poco de conformarse el club, los equipos representativos comenzaron a incursionar con marcada suerte en los certámenes de la Liga Ayacuchense de Fútbol, sin olvidar un ápice los primitivos lineamientos iniciales.
A esta altura cabría citar los nombres de la primera comisión directiva, y de quienes apuntalaron con sus trabajos el crecimiento de la entidad, pero es muy posible que incurramos en innecesarios e injustos olvidos. Fueron muchos entonces, hombres y mujeres comprometidos con el Ateneo y con la comunidad, que por gravitación del paso de los años fueron reemplazados pero jamás olvidados.
Cabe agregar que después de reunirse en diversos lugares, la institución adquirió la muy antigua casona de la familia del Dr. Egidio G. Ciaño, que fue remodelada acorde a la época y a las actividades a cumplimentar. Actualmente, el Ateneo Cultural y Deportivo “José Manuel Estrada” atesora entre sus muy bien ganados y merecidos logros una sede social ubicada en la calle Hipólito Irigoyen, entre sus iguales 25 de Mayo y Gral. José de San Martín, que cumple con solvencia las exigencias sociales, culturales y deportivas de sus numerosos asociados y allegados.
Nos unimos entonces a la grata celebración de un año más del Ateneo. Sueño concretado del Padre Rodolfo Cazes, compartido por innumerables ayacuchenses que creyeron en él y confiaron en el promisorio presente que acompaña a la ejemplar entidad, con dirigentes trabajando codo a codo para conducirla hacia su destino de grandeza.