Documentos que enriquecen el museo familiar de “El Cardal”

El radiante día primaveral de ayer martes 8 de Octubre, en esplendente complicidad con el entorno natural del casco del establecimiento de campo “El Cardal”, fue la amalgama ideal para la realización de un encuentro de características sencillas pero a su vez, pletórico de emocionantes alternativas. Todo comenzó a raíz de la visita de los hermanos Néstor y Carlos Videla, de Santa Fe y Mar del Plata, respectivamente; Horacio Pérez y su esposa Ana Fernández, de Tandil, acompañados por Carlos Sferra, y quien escribe. Esta visita había sido programa con la debida antelación, acorde a su importancia.
En el interior de la matera, el médico veterinario santafecino Néstor Videla, hizo entrega a Oscar Emilio Solanet, de muy valiosos documentos fotográficos. Al respecto, transcribimos textualmente lo escrito en el pergamino entregado a cada uno de los presentes: “Dejamos constancia de la emotiva entrega de seis fotografías originales legadas por los señores Eduardo Videla, Raúl Videla y Ramón Videla a sus descendientes Carlos y Néstor Videla, para que formen parte del Patrimonio de El Cardal, referidas al fabuloso raid de Buenos Aires a New York por Don Aimé Tschiffely con los caballos Gato y Mancha, desde 1925 a 1928, demostrando así la fortaleza y resistencia de la Raza Criolla”.
Con un coro de voces y guitarras se marchó la tarde
Una vez culminada la entrega de fotografías y reconocimientos, los visitantes fueron agasajados con un asado a la criolla servido bajo la frondosa arboleda, a pocos metros de las primitivas instalaciones de la estancia. De sobremesa, amén de la charla amena y cordial se dio paso a las voces y guitarras de nuestro reconocido embajador cultural Carlos Sferra. Para sorpresa de quien escribe, también pulsaron la guitarra y cantaron los hermanos Néstor y Carlos Videla. El primero obsequió su CD titulado “A mis amigos”, mientras que Carlos hizo otro tanto con su último trabajo discográfico denominado “Recorriendo Pagos”.
Entre enriquecedores intercambios culturales fue transcurriendo la tarde. Cuando hacia el oeste comenzaron a pintarse de rojo las brillantes hojas de los árboles, Carlos Sferra, le dio rienda suelta a sus improvisaciones relacionadas con tan agradables momentos vividos en “El Cardal”, donde sin lugar a dudas sobresalió la auténtica generosidad criolla de los dueños de casa, Oscar y Teresa Solanet, y de sus familiares.