Estando fuera de la ciudad me enteré de esta triste noticia y rápidamente me vino a la mente….Recuerdo con una sonrisa el paso por el colegio secundario en donde nos mandamos más de una. El Torta era más serio y recatado que nosotros, una verdadera banda de hacer macanas. Pero integraba el grupo y siempre tenía cara de complaciente. Aunque por ahí no se animaba, disfrutaba de lo que proponíamos nosotros.
Allá por el 69 en vacaciones de la escuela, por el mes de julio, en los mismos días que estados Unidos pisó la luna, entrenábamos para disputar un torneo interescolar en Dolores. Ibamos por la tarde a la pista del Aero y después de correr nos prendíamos en un picado rabioso. En uno de ellos Gustavo Russo luego de sus gambetas endiabladas sufrió nada menos que fractura de tibia y peroné. Era con el profe Alfredo Vago que para tranquilizarlo le decía es un calambre Gustavito. El Torta me miró y se agarró la cabeza.
El loco quiso levantar la pierna quebrada que se dobló como una rama. No pudo viajar a un torneo hermoso, teníamos no más de 16-17 años y un cuadrazo. Nos esperaba una semana de juegos en Dolores.
Ganamos todos los partidos y así llegamos a la final, mejorando día a día el nivel, pero en el partido principal nos esperaba Fructicultura de Dolores, el equipo local, que venía invicto por años en la competencia escolar y con toda la hinchada a favor. Había medio colegio con banderas y bombos aclamando al favorito.
Nos dominaron el partido, por momentos al decir futbolístico, nos pegaron un bailongo tremendo, pero en el arco estaba Eduardo. Que manera de atajar !!!!!! Fue una locura.
Así llegamos a los penales y tengo clarito el momento que Manolo Bordagaray, hacía apuestas con la gente antes de la definición. Claro, con un arquero así éramos candidatos y así fue !!!!!! El Torta atajó dos, para darnos un triunfo impensado y largamente festejado. Yo siempre dije que era un tremendo atajador en los tres palos y además con una cuota de suerte que quizás no acompañaba a los demás arqueros. Era robo tenerlo en el equipo.
Después de eso vino Sarmiento en donde también jugué para su equipo de primera y porsupuesto con esa camiseta uno se cansa de ganar. Más con él atajando lo imposible e intimidando a los rivales. Estrada y Ferro de Tandil lo tuvieron en sus filas….Para Eduardo, además llegó la selección y su consagración como uno de los mejores arqueros que dio el fútbol lugareño.
Fue DT de equipos juveniles y mayores, en donde volcó toda su rica experiencia, adquirida a través de una extraordinaria campaña deportiva, que fue una verdadera marca registrada. Un ganador en la vida como en el fútbol, para ello contó con el invalorable acompañamiento de su familia.
Inconvenientes de salud, finalmente lo derrotaron. Después de tantos revolcones, descansa en paz querido Eduardo.
Oscar Albano