Los poetas, escritores, compositores y músicos ayacuchenses, comenzaron a manifestar sus respectivas capacidades a poco de crearse nuestro centro de población. Extranjeros en su mayoría, de manera humilde, natural o bien con estudios de por medio, al conjuro de las generaciones pudo apreciarse ese numeroso y en muchos casos importante aporte de creadores e intérpretes.
Largo – incluso poco menos que imposible- sería enumerar a quienes se destacaron exponiendo sus condiciones artísticas en las por entonces vigentes pulperías y humildes boliches” de los alrededores del poblado, como quienes se lucieron en los suntuosos salones de la sociedad interpretando temas en un piano y violín, por citar algunos instrumentos.
En su gran mayoría por gravitación de la memoria, esos artistas de ambos sexos se convirtieron en vagos recuerdos que el paso de los años se encargó de borrar definitivamente. También aportaron sus roles los cambios generacionales con otros ritmos y apetencias culturales. Así se perdieron escrituras y temas musicales que si bien fueron adoptados por las agrupaciones orquestales contemporáneas, no se conservaron en los discos de pasta. En ese atiborrado arcón, cupieron partituras, pinturas y todo ese extraordinario bagaje creativo y emocionante del que muy poco (casi nada) se conserva.
Horacio Coronel
Hace varios años y previo a un 17 de agosto, durante el transcurso del acto que por entonces se celebraba al pie del monumento del Gral. José de San Martín, ubicado en el centro de nuestro paseo principal, se leyó un poema alusivo escrito por Horacio Coronel. Numerosas personas quisieron saber sobre el autor: demasiadas preguntas y según recuerdo, ninguna respuesta más o menos coherente.
Recientemente, tuve el placer que me escribiera Pablo Coronel, un músico que reside en Isidro Casanova, Partido de La Matanza. Inevitablemente, tengo que incursionar en una ínfima parte de su árbol genealógico para una mejor ubicación de situación. Pablo, es hijo de Juan Coronel y Eva Pereyra. Por su parte, Juan, es hijo de Horacio Coronel y Elida Linares.
Pablo, quiere obtener más datos sobre su abuelo Horacio, quien entre otras áreas militó como jugador de fútbol en Sport Club (actual Sarmiento) a finales de la década de 1930, conocido popularmente por “Tungue”. A la par, fue un reconocido poeta. Entre su prolífica producción, en el año 1948 escribió la letra del Tango “Jilguerito del Suburbio”, que dedicó al Dr. Juan Patalagoyti, con la música de Ángel Masvestitti, cuya portada de la partitura reproducimos. Al respecto y según recuerda Raúl Dimenna, entre los años 1953 y 1954, Horacio Coronel, escribió otro Tango que tituló “Carnaval Ayacuchense”, que durante ambas temporadas fue incorporado al repertorio de la orquesta “Five Star”, cantado por Néstor Di Luca. En su letra, el autor recuerda entre otros personajes ayacuchenses de entonces a José Cordonnier y Vito Cascino.
Pablo Coronel, me envió dos documentos. Uno es la partitura a la que hago referencia más arriba, y el restante es un afiche publicitario que reproduzco: “Concurran al Club Sarmiento el domingo 23 de Septiembre, donde se presentará el popular poeta ayacuchense HORACIO CORONEL, “el amigo de todos los barrios”, reflejando en la inquietud de sus versos, su máxima creación del momento: “Calle Hipólito Irigoyen”. Y en la emoción inconfundible de su voz, otro magnifico estreno para este grato acontecimiento: “Sin querer, sos mi dolor”. En el gran baile que se realizará en la sede social del Club “Sarmiento”, por la Sub Comisión de Futbol para proclamar a “Mis Deporte 1951”. Concurra con sus amigos a este Festival”. Sería interesante saber quién fue la dama elegida “Mis Deporte 1951” de la entidad rojinegra, entre otros detalles.
Una generación de poetas y músicos románticos
Por lo escrito, estimo que el poeta Horacio Coronel, fue contemporáneo de otros vates que a la par de sus trabajos literarios, escribieron la letra y música de los siguientes temas musicales, entre otros:
Vals “VIEJA CRUZ”. Letra póstuma del poeta Juan A. Maistegui y música de Ángel Malvestitti. “A ti, vieja Cruz, que muchos años ha, fuiste clavada (según la tradición) por unos Padres Misioneros en cumplimiento de una Santa Misión, en una apartada Plazoleta de mi Pueblo(Ayacucho), hacia donde me encaminé una noche, de astros relucientes, a contarte mis cuitas de amor (J.A.M.)”.
Tango-Canción “DICHA SOÑADA”. Letra de Roberto Alvarado Ortiz y música de Ángel Malvestitti. Dedicado con admiración y respeto a Don Anastasio Legorburu y su esposa María Luisa Hauròn (Los autores).
Tango “¿RECUERDAS CORAZÒN?”. Letra de Roberto Alvarado Ortiz y música de Ángel Malvestitti). Fue dedicado al Sr. Pedro A. Sarciat, activo Presidente del Club Social “Udaquiola” y demás integrantes de la Comisión Directiva y socios respectivamente, del prestigioso Club citado, como una atención (los autores)
Tango “MUCHACHITA BUENA ¡…”. Letra y música de Ángel Malvestitti. Este tema fue estrenado con gran éxito en la confitería “El Buen Gusto” por la Orquesta Típica “Velazco” y su cantor Néstor De Luca. Fue un homenaje póstumo a la esclarecida memoria de la ex -Presidenta de la Sub-Comisión local del “Patronato de Leprosos” de la Capital Federal, doña María Luisa Hauròn de Legorburu, que falleció en Ayacucho, el 7 de diciembre de 1946.
Tango “CALLECITA SUCRE”. Versos y música de Ángel Malvestitti. “Noche de estío, luna de plata, y la ronda de pibes que juegan a tu vera, traen a mi mente los mil y un recuerdos de mi lejana infancia, que al evocarla, nacen los versos de esta canción que hoy te dedico, mi calle amiga, con emoción” (A.M).
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