La concurrencia a los sitios gastronómicos de la ciudad, estuvieron permitidos por las disposiciones del Comité de Crisis, que timonea la Pandemia, durante un buen período de esta indeseada etapa que nos toca vivir.
Es así que los parroquianos habituales, diría, de toda la vida, mas otros que se agregan, concurren a un lugar querido e histórico, de cita impostergable, a compartir una copa, un café o un plato de comida. Allí no se toma del pico, no se usa el vaso o el pocillo de un amigo, no hay bombillas comunes, como en tantas otras reuniones. Se maneja sí, el protocolo indicado a rajatabla. Desde que uno ingresa hasta que se retira.
El lugar es un ejemplo de modernidad, excelente atención, control e higiene. Agregando un dato de valor, en una de las últimas citas de prensa convocadas por el Jefe Comunal, se extendió el horario de atención.
En la Buen Gusto, el sitio al que me vengo refiriendo, esquina de 25 de Mayo e Irigoyen, porque es a la que concurro, no se ha contagiado nadie de covid-19, que quede claro, pruebas al canto, desde marzo hasta el cierre del viernes.
La escalada de contagios no ha llegado de la mano de este local gastronómico.
Ninguno de los » viejos pelotudos» que asisten, a los que se sigue haciendo referencia en las redes «chusmo-sociales» se ha llevado el » corona» como souvenir para su casa por estar charlando o tomando un café en La Buen. De manera que, los no se como definirlos, renegados ?, acomplejados ?, grieteros ?, que aciertan circular por esa emblemática esquina y opinan, en vez de hablar incoherencias malisiosas, que restan en vez de aportar, y se visten de Síperpapistas por encima de Francisco, sigan en silencio o si lo desean bajen y se interesen por participar en alguna charla realmente enriquecedora de gente muy ilustrada, de todos los niveles y rincones de la ciudad, con y sin plata que frecuentan La Buen y de paso logran entender un poco mejor las cosas y otros secretos que le hacen bien a la vida.
Cualquier viejo pelotudo se lo puede contar !!!!