Ocasionalmente se conversa en rueda de aficionados al ciclismo competitivo local, sobre diversos sucesos que generaron otras tantas anécdotas, porque hay que convenir que tratándose de esta actividad deportiva, cada competencia fue, es y será una caja de sorpresas.
En este caso, nos ocuparemos de algunos récords locales. Algunos fueron homologados ante organismos competentes, mientras que la gran mayoría sigue quedando en la memoria, e incluso en alguna planilla poco menos que abandonada en algún oscuro cajón. Por lo antes escrito, estas líneas son publicadas al solo efecto de recordar a sus protagonistas.
En pleno apogeo del desaparecido velódromo de tierra compactada de la plaza “Dr. Egidio G. Ciaño” (1942-1959), se puso en vigencia la posibilidad de establecer el mejor tiempo con partida detenida. Según un libro de actas del Ayacucho Cicles Club, en la primera edición quedó registrado Oscar Davis, pero como fecha tras fecha esa posibilidad se ponía en disputa, se fueron sucediendo los nombres y los mejores tiempos hasta que desaparecieron como el escenario, tragados por el paso de los años. No obstante, es muy importante recordar a Saúl Guzmán, quien en el año 1957 y en la especialidad de “Velocidad Pura”, en tres corridas le ganó con sobrada solvencia al por entonces campeón marplatense con proyección nacional, Aldo Salazar. Cabe suponer que el inolvidable “Porlita” debió establecer un tiempo extraordinario.
Se considera que el ciclista que más cantidad de victorias obtuvo a lo largo de su dilatada y por ende exitosa campaña, es Pedro Héctor Moureu. Como el protagonista no realizó hasta ahora ninguna recopilación de sus éxitos, basado en memorias y en artículos de diarios, revistas y otros datos, se calcula que su historial está enriquecido con más de trescientos triunfos, algunos de reconocida envergadura nacional.
Durante muchos años, el Ayacucho Cicles Club organizó una clásica competencia por tiempo (contra reloj), a solicitud de la Comisión Municipal de Educación Física. Nos referimos a la “Doble Chain” a partir del establecimiento de Obras Sanitarias y sobre el antiguo “terraplén a Rauch”. Los ciclistas seleccionados por sorteo, representaban a instituciones deportivas locales, razón por la que generalmente competían entre diez y quince pedalistas. A principios de la década de 1950, triunfó Ovidio Guglielmone, con un tiempo de 47´20”. Ese parcial se mantuvo durante muchos años, razón por la que fue considerado un récord debido a que esa prueba se siguió disputando pero con muy distintas características.
Está pendiente para su homologación definitiva a nivel mundial, el record hasta ahora reconocido por la Federación Argentina de Ciclismo de Pista y Ruta. Nos referimos a la mayor distancia y tiempo sin dormir. Ayacucho, lo tiene con 1.500 kilómetros en un tiempo de 79 horas y 12 minutos. En el libro “Guinness” figura al tope un ciclista mejicano de 43 años de edad, con menor tiempo sobre la bicicleta y con 1.430 kilómetros recorridos.
El mejor tiempo en la pista de tierra
También hay un récord que quedó establecido para siempre. Se logró en la pista del Ayacucho Cicles Club, pero cuando ésta era de tierra. Después de la correspondiente promoción, dos dirigentes de la entidad decidieron poner en disputa el logro del mejor tiempo para la pista, con partida detenida. Para tal fin, contaron con el aporte del siempre recordado y excelente cronometrista Carlos Alberto Erreguerena. Todavía no había sido incorporada la torre de transmisión, razón por la que la dirección de las pruebas se realizaba desde el techo de cemento de la secretaría.
El evento se desarrolló el 4 de septiembre de 1988, con un único premio donado por la firma comercial “Prode y Lotería “El Trébol”. Se inscribieron gratuitamente 16 ciclistas y solo clasificaron 15. El mejor tiempo lo obtuvo el todavía activo Cristian De La Vega, con 48´64”. Como ese evento no se reiteró, y el 20 de noviembre de 1994 la pista fue asfaltada, el ganador se quedó para siempre con ese halago. La ocasión es propicia para recordar la clasificación esa competencia que cabe recordar, fue acompañada por numerosos aficionados. 1º Cristian De La Vega: 48´64”. 2º Juan José Chambers: 51´92”. 3º Bruno Bertoli: 52´51”. 4º Félix Córdoba: 53´09”. 5º Miguel Ángel Hidalgo: 53´82”. 6º Jorge Guisande (hijo): 53´87”. 7º Carlos Aymo (hijo): 53´96”. 8º Carlos Aymo (padre): 54´58”. 9º Gustavo Etchepareborda: 55´17”. 10º Horacio Sosa: 57´65”. 11º Carlos Álvarez: 57´71”. 12º Miguel Ángel Crovo: 57’ 88”. 13º Juan Carlos Arroceres: 58´20”. 14º Saúl Souverville: 59´61”. 15º Carlos Saninetti: 1.11´86”.
Pedro Héctor Moureu
Ovidio Guglielmone
Cristian De La Vega
