CARBAP cuestiona la nueva tasa ambiental bonaerense y advierte un fuerte impacto sobre el sector rural

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) expresó un rechazo contundente al proyecto de la Provincia que impulsa la implementación de una nueva tasa ambiental vinculada a la actividad agropecuaria. El presidente de la entidad, Ignacio Kovarsky, aseguró que la medida “no es una ley ambiental, sino un impuesto encubierto al trabajo rural”, y alertó por los costos adicionales que recaerían sobre la producción.

Kovarsky afirmó que la normativa “no mejora el ambiente ni reduce emisiones”, sino que suma presión fiscal a un sector que —según señaló— “ya sostiene una carga impositiva récord”. En el mismo sentido, sostuvo que la propuesta oficial “no constituye política ambiental, sino otro peaje sobre la producción”, remarcando que “cada problema se enfrenta creando una tasa nueva, nunca mejorando la gestión pública”.

El titular de CARBAP advirtió además que “mientras el mundo promueve eficiencia y sustentabilidad, Buenos Aires prefiere penalizar a quienes producen alimentos”. Consideró que la Provincia “castiga al único sector que genera dólares y empleo genuino”, en lugar de diseñar herramientas que impulsen su crecimiento.

Asimismo, Kovarsky cuestionó que el proyecto “no corrige nada” y que “penaliza al que produce y premia al que regula sin saber”. Agregó que la iniciativa “incentiva estructuras que nada aportan a la sustentabilidad real”.

Finalmente, fue categórico al señalar que “cobrar por respirar las vacas no reduce emisiones, reduce producción”, y subrayó que la ganadería “no se regula con ocurrencias, sino con conocimiento científico y políticas serias”, motivo por el cual CARBAP exige una revisión integral del proyecto.