Cada vez más  desiguales

Escribe: Eduardo A. Volonté

Desde antes incluso que la revolución francesa proclamara aquello de «libertad, igualdad, fraternidad», la humanidad, o al menos vastos sectores de la misma, han procurado mayores márgenes de igualdad.

Sin embargo, y sin desconocer los avances logrados, estos tiempos actuales indican que a diario se acrecientan las desigualdades existentes, que la brecha entre aquellos que más tienen y que no tienen, se ensancha en forma peligrosa.

Un solo dato basta para probar lo dicho.

Un reciente estudio de la organización no gubernamental de cooperación para el desarrollo, Oxfam Intermón, ha revelado que el 1 % más rico del planeta posee más riqueza que el 95 % de la población en conjunto.

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Nuestro país no es una excepción en el mundo.  Aquí también -como en todos lados- esa brecha entre ricos y pobres es una triste realidad.

Lo preocupante es que lejos está de irse reduciendo esa diferencia. Al contrario.

Los datos surgen del propio INDEC, en su informe titulado “Trabajo e ingresos. Vol. 8 nro. 8. Evolución de la distribución del ingreso (EPH)”, en el cual se analizan los datos correspondientes al segundo trimestre del 2024.

En nuestro país, el 10% que más tiene se lleva el 33% del total de ingresos.  Un año atrás se llevaba el 30,5%.

Tomando para la comparación  la mediana del ingreso per cápita familiar de las personas (calculada como la mediana del decil 10 sobre la mediana del decil 1), Ese  10% de la población de mayores recursos tuvo ingresos 19 veces superiores al 10% más pobre, cuando en el segundo trimestre de 2023 esa brecha había sido de 16 veces.

Si se toma  el 20% de los hogares de mayores ingresos su porción de la torta es del 46,6%, frente al 2023 en que tomaba el 44,6% de los ingresos.

EL ÍNDICE DE GINI

El informe del Indec también  resalta que  “los resultados del segundo trimestre de 2024 correspondientes a los 31 aglomerados urbanos que releva la Encuesta Permanente de Hogares registraron que el coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas fue de 0,436, mientras que en el mismo trimestre de 2023 el valor fue de 0,417, lo que muestra un importante aumento de la desigualdad en la comparación interanual”.

Vale aclarar que el índice de Gini es un indicador utilizado para cuantificar  la desigualdad de un país,  a partir del reparto de la riqueza entre las distintas partes de la sociedad.

El valor 0 corresponde al caso de igualdad absoluta de todos los ingresos y el valor 1, al caso extremo contrario, donde todas las personas tienen ingreso 0 y una sola persona se lleva el total.

Traducidos estos datos técnicos a palabras fáciles, no significan otra cosa  que un importante deterioro en la distribución del ingreso y la consecuente desigualdad que ello implica.

Dicho más brutalmente: que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez tienen menos recursos. Y además cada vez son más.

El crecimiento de la pobreza y la indigencia es otra señal clara de esa creciente desigualdad que sufre gran parte de la sociedad argentina, frente a un gobierno nacional dispuesto a sacrificar todo en el altar del déficit cero.-