El equipo nuestro se quedó con el campeonato al derrotar en la revancha a Leones por 71 a 70.
Ayacucho logró su tercer campeonato en cuatro disputados de esta Liga Regional de Desarrollo de Básquet, donde participan equipos de Tandil, Rauch, y Azul, una liga que año a año va creciendo y se van sumando más equipos de la región, lo que la han hecho ganarse el mote de importante.
Durante la jornada de anoche Ayacucho viajaba a Tandil a jugar el partido de vuelta con su par de Leones en el gimnasio San Francisco de Asís.
Cómo ya lo habíamos publicado, nuestro equipo se había llevado el primer partido de local por una diferencia amplia pero no real a lo que fue el transcurso del juego y hablando con su DT , el profesor Marcos Torres ya nos había adelantado que en cancha de ellos, la historia iba a ser muy diferente, con antecedentes de resultados muy ajustados como lo fue en la fase regular donde Ayacucho se había alzado con la victoria por solo dos puntos.
Con ese precedente y con ya un resultado a favor, el quinteto de nuestra ciudad se presentaba a las 21:30 a jugar y buscar terminar este pleito.
Partido durísimo y súper parejo de principio a fin, en donde Leones en su cancha de dimensiones muy chicas se hizo muy fuerte en defensa y en ataque, con buen tiro a distancia y jugadores encendidos en el poste como lo fue su principal integrante el Cuti Argueso su gran arma, un jugador distinto, de experiencia, que ha sabido jugar en otro nivel de competencia. Y vaya si se nota.
El primer cuarto se lo llevarían los locales 19-15 que mostraban un juego firme y muchas preocupaciones a resolver para los nuestros, empezando por manejar la calma y el nerviosismo que era el peor enemigo para los de Torres.
El segundo cuarto siguió igual, muy duro, parejo, con mucho roce y discusiones, sumado a una cancha repleta de hinchas locales que le ponían un condimento extra a esta final. El segundo cuarto terminaría 38 a 37 a favor de Ayacucho y al descanso principal.
Iniciaba la segunda mitad, el hilo conductor del juego no cambiaba, Leones quería llevar la llave al tercer partido y Ayacucho no se entregaba, lo quería cerrar en Tandil y el encuentro seguía punto a punto, nadie se podía despegar. Desde el banco Torres rotaba jugadores para encontrarle la vuelta, pero el aro estaba cerrado. El tercero era de Leones por 50 a 46.
Último cuarto, diez minutos finales, la tensión por el cielo, si bien la diferencia no era amplia a favor de los locales el horizonte estaba muy gris, Ayacucho seguía fallando desde la línea y el serrano no aflojaba en ataque, faltando 4 minutos lo ganaban por 9 puntos, Ayacucho pide minuto y ahí la historia empezó a cambiar, el corazón, amor propio y la valentía de los nuestros salieron a relucir, la presión alta planteada resultó de parabienes, se recuperaron varias pelotas, se afinó el tiro, se abrió el aro y a falta de un minuto y medio Ayacucho perdía por tan solo un tanto, con una definición no apta para cardíacos.
Juan Esteban Miqueo el «Juane», dándolo todo mete los últimos cuatro puntos con el último encestando doble y falta, sacándole en solo segundos tres puntos al rival, pero la historia no terminaría así, en la última jugada, Ayacucho toma un rebote contragolpea para tratar de cerrar el partido, erra, ellos salen rápido, tiran de tres ( empatando el partido si la encestaban) pero fallan, toman el rebote y meten un doble, quedando a tan solo un punto pero con 3 segundos en el reloj, Ayacucho saca largo y finalmente sonó la chicharra, terminó el partido, para algarabía de los nuestros que se coronaban como campeones.
Tremendo partido, gran entrega, jugando más con el corazón que otra cosa a lo último, ya no había estrategia más que presionar, robar o hacerlos cometer errores y meter rápido.
Ayacucho lo logró a base de buen básquet y actitud. Tal es la característica de este plantel.
Puntos altos en Miqueo que fue el corazón y el alma del equipo, contagiando en todo momento, un Diaz que jugó los 40 minutos cuando sabemos que viene de lesión en lesión, dándole esa presencia e impronta en defensa y en ataque, manejando los tiempos y ordenando a su equipo, con Manzi físicamente intacto, dueño de un despliegue tremendo en toda la cancha al igual que Seba Alajibe, los hermanos Gamarra y Nicodemo haciendo un gran desgaste físico, defendiendo como fieras, el Doc Garavento metiendo siempre en momentos claves, un trabajo descomunal en los tableros bajando todos los rebotes en Etcheverry, acompañado por Sansiviero, Ceverio y Kelly, los gigantes del equipo..
El plantel estuvo conformado por: Mauricio Diaz, Juan Esteban Miqueo, Roberto Manzi, Matias Etcheverria, Daniel Kelly, Nicolás Garavento, Sebastián Alajibe, Tomas Gamarra, Lucas Gamarra, Agustín Sansiviero, Emilio Ceverio, Sebastián Lorenzo, Miguel Cabarrou, Hernán Florez, Facundo Sposato, Gabriel Eredes, Tomas Casalli, Jonhatan Cirigliano, Mustafa Khodor.