En un mundo donde la velocidad y la inmediatez parecen dominar, Jeremías Atucha, de 34 años y Stefanía casaux de 30, han decidido desafiar las normas y emprender una aventura única: recorrer más de 2500 kilómetros en bicicleta desde Rauch hasta Campinas, en Sao Pablo Brasil. Este viaje no solo representa un desafío físico, sino también una oportunidad para explorar nuevos horizontes.
El viaje, comentó Jeremías comenzó el 2 de octubre. Desde entonces, la pareja atravesó Uruguay y ya han recorrido 750 kilómetros en Brasil. Hasta ahora, han completado 1.650 kilómetros de su travesía, con 1.200 kilómetros restantes hasta su destino final en Campinas, donde planean visitar a su amigo Marcelo Harkes.
La experiencia “ha sido más enriquecedora de lo que esperábamos”, aseguró el rauchense que decidió emprender con Stefania, su pareja de Ayacucho, este desafío.
En su viaje destacan “la belleza de los paisajes, la conexión con la naturaleza y la calidez de las personas” que han encontrado en el camino. “Los animales te observan al pasar, y los sonidos de los pájaros son únicos”, comentó el rauchense. La hospitalidad de la gente ha sido un pilar fundamental en su viaje, ofreciéndoles lugares para acampar y compartir momentos.
La rutina diaria de la pareja es exigente: comienzan a pedalear a las 6 de la mañana y continúan hasta las 5 o 6 de la tarde, haciendo paradas cada hora para alimentarse con bananas, frutos secos, mate, y comidas más sustanciosas como arroz, fideos y verduras. A pesar de los desafíos, como el calor de Brasil y las empinadas subidas, la comida local les ha ayudado a recuperar energías.
Además de pedalear, Jeremías y Stefania realizan malabares en escuelas rurales y semáforos para financiar su viaje, una actividad que también les permite interactuar con la comunidad local. “Es una aventura recomendable para quien se anime, es muy llevadero”, aseguró Jeremías.
La pareja, que se conoce desde hace 14 años y recientemente comenzó una relación amorosa, ha encontrado en este viaje una forma de fortalecer su vínculo y compartir una experiencia inolvidable. Mientras tanto siguen pedaleando hacia la costa brasileña, esperan llegar a la playa y encontrarse con sus amigos, porque el esfuerzo y el desafío, lo vale.
Fuente: La Nueva Verdad de Rauch