El hotel Dubrovnik tenía una torre de diez pisos que se vino abajo sobre otro edificio. En el desastre fallecieron nueve personas. Hay imputados por “estrago”, pero ningún detenido. Los familiares recordarán a las víctimas.
El desastre
Ubicado sobre la avenida 1 al 200, a pocos metros del mar, el edificio era una de las torres más emblemáticas de la localidad costera. Contaba con 43 habitaciones y representaba el clásico hotel familiar geselino. Su estructura, construida en 1986 con forma de barco, homenajeaba, según describían los hijos del matrimonio croata fundador en la web oficial, al navío con el que sus padres habían llegado al continente años atrás.
Las víctimas
Con el paso de los días fueron encontrados ocho cadáveres, entre el hotel y el edificio Alfio, y una mujer aún viva. Los fallecidos hallados en los escombros fueron identificados como Federico Ciocchini, Nahuel Stefanic, María Rosa Stefanic, Javier Fabián Gutiérrez, Mariano Troiano, Ezequiel Matu, Matías Chaspman y Dana Desimone.
Federico Ciocchini, de 84 años, estaba durmiendo en un departamento del Alfio 1. El jubilado estaba acompañado de su esposa, María Josefa Bonazza (79), la única sobreviviente del colapso. El matrimonio había viajado desde Balcarce. Dos días después del derrumbe fue encontrada sin vida María Rosa Stefanic (52), que había sido dueña del hotel hasta abril de 2024. El Dubrovnik había sido fundado por sus padres. Rosa seguía viviendo en el hotel al igual que su sobrino, Nahuel Stefanic, que tenía 25 años.
A una semana del derrumbe se halló el cuerpo del carpintero Javier Fabián Gutiérrez, quien tenía 54 años y vivía en el partido bonaerense de Merlo. El mismo día se encontraron otros tres cuerpos. Uno correspondía a Ezequiel Juan Matu, un plomero de 38 años de Mar del Plata. Otra de las víctimas fue el gasista Mariano Troiano, de 47 años, también marplatense. También encontraron al albañil Matías Alberto Chaspman, quien vivía en la localidad de Batán, cercana a Mar del Plata.
La última víctima fatal encontrada entre los escombros fue Dana Desimone, novia de Nahuel, de 28 años y oriunda de Juan Nepomuceno Fernández, un pueblo rural ubicado a unos 80 kilómetros de Necochea.
En tanto que Josefa Bonazza, de 79 años y esposa de Ciocchini, fue encontrada con vida entre los restos del hotel, donde ella permaneció “haciendo señales con código Morse”, como contó más tarde. Pero fue internada en su Balcarce natal por complicaciones relacionadas con el derrumbe y falleció el 28 de noviembre.
La investigación
En los días previos al colapso del edificio, se realizaban obras estructurales no autorizadas que incluían la instalación de un ascensor. Estas intervenciones están bajo investigación.
Parada Liniers S.A., empresa dueña del hotel desde seis meses antes del hecho, está en la mira judicial. Según informó la abogada Graciela Bravo, que representa a las familias de las víctimas, el edificio “no presentaba riesgos estructurales” antes de las reformas, y fue la obra en el ala oeste la que debilitó la estructura.
La defensa de Parada Liniers S.A., encabezada por el abogado Alejandro Baldini, negó que la instalación del ascensor causara el derrumbe. Según su versión, la torre “cayó sobre sus bases” por deficiencias previas.
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) detectó fallas en el hormigón utilizado, como el uso de arena de mar. Esta evidencia motivó nuevos estudios técnicos solicitados por la fiscalía.
Mientras tanto los seis imputados, actualmente en libertad, son: Celso Paco Pérez y Sergio Daniel Paco Laura (capataces), Miguel Andrés Choque Juchani y Diego Alberto González (albañiles), Jorge Enrique Bonavita (arquitecto responsable) y Rubén Taquichiri (contratista).
Reclamo de justicia
Los familiares de los fallecidos continúan con el pedido permanente de justicia, y de hecho Silvina Perhauc, madre de Nahuel Stefanic, reclamó que los imputados permanezcan detenidos: “Necesitamos que estén presos”.
La acción civil en paralelo exige la reparación integral de los daños materiales y morales. Se estima que la etapa de instrucción podría extenderse hasta 2026.
A un año
En el sitio donde estaba el apart hotel todo sigue igual. Los escombros continúan esparcidos por el lugar y lo poco que queda de estructura está tapiado con un paredón metálico negro, donde familiares y vecinos de las víctimas pegan carteles y continúan pidiendo justicia.

