El periodista Jason Mayne compartió a través de sus redes un video digno de una película de Alfred Hitchcock: miles de aves volando y otras cuantas más paradas una al lado de la otra en los cables de la ciudad.

Se trata de la localidad de Hilario Acasubi, ubicada en km 794 de la Ruta Nacional 3, al sur de la Provincia de Buenos Aires, en donde el desmonte llevó a que estas aves se quedaran sin su habitat natural.

En el informe de Telenoche, Mayne entrevistó a una vecina que tiene como rutina -todas las noches- golpear un palo de luz con un palo para ahuyentar a algunos loros y es que parece que el zumbido es insoportable.

Otra lo hace con una botella de plástico vacío y varios coinciden en pensar que “no hay solución”. De este modo, la ciudad se achica cada vez más y los espacios como una plaza para que los chicos jueguen se ve tomada por las aves.

El biólogo, investigador de CONICET y doncente de UNS, Sergio M. Zalba explicó en diálogo con TN: “Históricamente, se han alimentado de los recursos alimenticios que les provee el monte. El tema es que el monte se ha reducido drásticamente, los animales tienen que desplazarse y buscar recursos nuevos y eso es probablemente una de las claves en esto del hecho de se acerquen a ambientes urbanos, donde tienen refugio y donde pueden conseguir también qué comer”.

LA PROPUESTA DE LOS VECINOS

En abril de este año, los vecinos se organizaron contra lo que para ellos es una plaga: ruidos y luces fuertes fueron algunas de las propuestas para alejar a las aves de la ciudad.

En su momento, la concejal de Unión por la Patria María del Valle Otero sostuvo: “Tenemos que lamentar fallecidos por psitacosis, que trasmite el loro barranquero. Hay un chico actualmente internado al que le estaban por hacer el análisis, y nuestros niños no pueden ir a los parques porque quedan blancos con el excremento”.

La problemática de los loros barranqueros vienes desde 2018, cuando una de las propuestas era exterminara las aves con un rayo laser, cuando estas aves generaban cortes de cables de energía eléctrica e internet al posarse sobre el tendido.

La situación incontrolable toma notoriedad nuevamente, y se espera que se busque una solución que no sea el exterminio del ave, que según Zalba hoy ya cuenta con un 50% menos de los que había hace 50 años atrás.

“El tema no es las personas contra los loros, tenemos desafíos parecidos, uno de ellos es el desmonte. Si se pierden los ambientes naturales, estas especies hacen lo que pueden con lo que nosotros le dejamos disponible, y otro es el cambio climático. Estamos teniendo sequías inusuales y eso baja todavía la disponibilidad de alimentos, y por eso de repente puede haber congregaciones todavía más altas de la especie”, aseguró el biólogo Zalba a TN.

/Fuente Infocielo