Cada 1 de abril se celebra el Día del Barista, una jornada para reconocer la labor de quienes transforman el simple acto de tomar café en una experiencia sensorial única. En nuestra ciudad, la cultura cafetera está en plena expansión, con un crecimiento notable de profesionales dedicados a la preparación de esta bebida milenaria.
El barista es un especialista en la preparación del café, pero su trabajo va mucho más allá de una simple extracción: conoce las cualidades de los granos, perfecciona técnicas y desarrolla sabores únicos para ofrecer una taza de excelencia.
En Tandil y la región, el café no solo se disfruta en los hogares, sino también en un sinfín de cafeterías que buscan elevar la calidad de su oferta.
Uno de los referentes locales en el arte del café es Gastón Pane, un apasionado barista que ha dedicado su vida a perfeccionar su conocimiento sobre la bebida, desde la semilla hasta la taza.
Propietario de las cafeterías «Mi Granito de Café», ubicadas en Av. Colón e Yrigoyen, Pane no solo ofrece una experiencia de sabor superior, sino que también se ha convertido en formador de nuevos profesionales, dictando cursos y brindando asesoramiento a locales gastronómicos.
“Ser barista para mí es la manera de comunicar la pasión que tengo por el café, respetando cada uno de los eslabones de la cadena y creando una bebida de excelencia para satisfacer al cliente. El barista intenta, en cada una de las bebidas que crea, darle lo mejor a su cliente y darle un momento único ”, arranca diciendo Gastón que comenzó con esta pasión desde muy joven.
Sin embargo, la tendencia está cambiando. Según Pane, «cada vez más jóvenes y también personas de entre 35 y 60 años se interesan en conocer más sobre el café. Muchos vuelven a elegirnos porque descubren la diferencia en la calidad. Nosotros tenemos una cafetería de especialidad y muchos se dan cuenta que la bebida está mejor preparada».
Su objetivo es seguir promoviendo esta cultura y capacitar a nuevos baristas que eleven el nivel del café en la región.
Consultado sobre lo que consume el argentino, el emprendedor recordó que «en nuestro país se toma café de muy mala calidad. En los hogares se consume mucho café torrado que es una manera de tostarlo con azúcar. En las confiterías se usa café tostado y creo que falta oficio para crear la bebida. El consumidor está acostumbrado a tomar no solamente malos cafés, sino malas preparaciones de la bebida».
Siendo uno de los referentes en la ciudad y con muchos cursos dictados, Gastón Pane dejó algunos conceptos para aquellas personas que desean involucrarse en el mundo del café. «Siempre uno debe enamorarse de lo que hacer para luego poder comunicarlo. Hacer bien una bebida no es solamente tener el conocimiento sobre la preparación específica. En este oficio es importante que todos conozcan y respeten el esfuerzo que hace el productor en su finca para tener un producto de excelente calidad. También la importancia de las negociaciones para que el productor pueda salir beneficiado y pueda seguir produciendo. Cuando alguien se involucra en este mundo y comienza a interpretar y respetar todo esto, es donde se hace una persona distinta», explicó.
Con cuatro años dentro de la gastronomía tandilense, Pane reconoció que «hemos logrado despertar el interés de los propietarios de cafeterías sobre las diferencias en la calidad del café, lo que los ha llevado a hacer preguntas y buscar mejoras. Varios han optimizado sus productos y he capacitado a su personal para perfeccionar la preparación de sus bebidas. Otros han asistido a charlas, aunque continúan aplicando métodos tradicionales. Creo que, con el tiempo, este cambio seguirá avanzando de manera gradual. El consumidor irá probando café de mejor calidad y exigirá una mejor bebida. Es un proceso largo pero estoy seguro que a la larga llegará».
En este Día del Barista, Tandil celebra a estos apasionados del café que, con su dedicación y conocimiento, transforman cada taza en un momento inolvidable.
Fuente: Bernardo Paredes.